Calarcá Quindío, una aventura vivida por los integrantes de la banda marcial

28 de agosto de 2021

Participación de la Banda Marcial de la Institución Educativa Rural Palomos en el festival músico marcial que organizó la Fundación Pasión por el Quindío.

¿Qué significa la música para la persona que la interpreta?, ¿por qué los músicos sienten tanta pasión y empatía con sus instrumentos?, ¿Cuál es el motivo por el cual los espectadores sienten alegría con las melodías?, estas preguntas las respondieron los integrantes de la banda Semi Especial de la Institución Educativa Rural Palomos, con el proceso que han tenido en su formación musical y teniendo en cuenta su última presentación.

El día 14 de agosto, la banda marcial de la Institución Educativa Rural Palomossalió a la 1:30 a.m. con destino a Calarcá Quindío, por motivo de la participación en el concurso número diez de bandas músico marciales, organizado por la Fundación Pasión por el Quindío. La alegría, la ansiedad por llegar, los nervios que tenían por el concurso y las ganas de quedar en el primer lugar es una descripción mínima de lo que sentían los integrantes.

Samuel Castaño, líder del grupo de vientos de la banda cuenta que “todo iba muy bien, hasta que llegamos a la pintada y nos agarró un pare y siga, según lo que decían las personas era que abrían los carriles cada hora; pero un señor que pasaba vendiendo tintos al cual le pregunté y exageró un poco, porque me dijo que si estábamos de buenas salíamos a las 8:00 a.m., sino nos tocaba esperar hasta las 11:00 am. Sin embargo, todos los carros comenzaron a rebotarse y por fin nos dejaron pasar”.

Esta situación no fue motivo de tristeza, porque el grupo tenía las expectativas muy altas, gracias a la disciplina y empeño en la preparación para el concurso. Continuó el viaje, y por fin llegaron al lugar donde se iban a hospedar, la hora de llegada estaba estimada para las 8:00 a.m., pero por todos los imprevistos llegaron a las 2:30 p.m. Ismael Castaño cuenta que “nos tocó desayunar y almorzar de una vez, porque no estaban esperando y lo más chistoso fue que íbamos para piscina y desde que llegamos hasta que nos fuimos llovió mucho; solo había tiempo para ensayar y descansar”.

“Al llegar recuerdo que nos costó mucho, porque cuando hicimos el primer ensayo a las 4:45 p.m., estaba haciendo mucho frío, los instrumentos que teníamos requieren de mucho esfuerzo, estábamos cometiendo muchos errores, algunos instrumentos sonaban muy feo… después ocurrió lo del aguacero y ahí nos metimos la pila y el último ensayo fue el mejor, ahí sí nos sentíamos motivados” Samuel Castaño Serna

La música a nivel histórico ha sido importante en muchos aspectos, algunos como las guerras, presentaciones, ceremonias y en la vida cotidiana de la población mundial; la diversidad que ofrece, es lo que hace mover las fibras de cada cuerpo a niveles diferentes, teniendo en cuenta que es un mismo lenguaje. Ismael Castaño intérprete de la tuba afirma que “el significado de la música para mí que hago parte de una banda, se refiere al sentimiento que uno tenga en ese momento, nosotros los músicos expresamos lo que sentimos por medio de las notas musicales”.

El día tan esperado por todos los integrantes de la banda había llegado, después de un viaje tan largo y un cambio de agenda lo habían logrado, ese día significaba un gran avance para la banda, un momento para recordar siempre y la suma a su lista de presentaciones de otro concurso a nivel nacional que tenían como banda marcial.

Según el profe Heiber Méndez expresa que, “cada viaje es una oportunidad nueva de aprender, fuimos a un sitio en el cual no habíamos asistido y los ensayos los hicimos bajo la lluvia, y teniendo presente eso, los muchachos no tuvieron ninguna objeción, todos estaban tan comprometidos en la causa que la lluvia pasó a estar en un segundo plano. Además, compartieron con una banda de Bogotá campeona y muy buena musicalmente, esto les brindó más seguridad, y les ayudó a entender que un buen músico no es el que más se crea, o el que más toque, sino el que mejor comparta el conocimiento y la información”.

“Al primer concurso que fuimos en Viterbo, Caldas éramos unos inexpertos, nadie había estado en un concurso, teníamos pocos instrumentos, y eso hacía que la banda se escuchara pequeña. Desde ese momento comenzamos a trabajar y tener más instrumentos gracias a que la Fundación nos donó algunos. Así fuimos creciendo y exigiéndonos más, hasta lo que somos ahora, que nos tomamos las cosas en serio y sonamos mucho mejor a comparación de cuando empezamos” Ismael Castaño

Día de la presentación, el público, los instrumentos y la banda marcial eran los protagonistas de la presentación, sentían que no era una presentación casual como las que solían tener en el parque de Fredonia, o en el lugar de ensayo donde ensamblan todos los instrumentos para escuchar la calidad del sonido. Era una presentación donde estaban compitiendo a nivel nacional, donde debían de cuidar cada detalle, mostrarse seguros de lo que sabían, tocar de manera impecable y asegurarse de que las personas conocieran la Banda de la Institución Educativa Rural Palomos.

Al momento de tocar, los instrumentos y los músicos son uno solo, y la banda se une como en un grupo de delfines que nadan según el sentido de las corrientes oceánicas. Samuel Castaño expresa que “ siento tanta pasión y empatía con mi instrumento, es porque más allá de que sea algo material y que la mayoría sean delicados, uno piensa que el instrumento siempre tiene un propósito; no siempre importa la calidad de su material, lo que importa es uno mismo el uso que le da y qué funciones puede descubrir estudiando, no todos tenemos la oportunidad de aprender un instrumento, pero cuando se hace se supone que es de la mejor manera y con el mejor cuidado”.

La banda se presentó en penúltimo lugar, lo que les dio oportunidad de observar todo lo que las otras bandas hacían para perfeccionar. En medio de la presentación, ocurrieron cosas imprevistas como planear una batalla de percusión diferente y una segunda coreografía, situación que no los tomó por sorpresa por todo lo que habían pasado en el viaje. Estaban muy alegres, y la sensación que experimentaban de orgullo y alegría era inexplicable; por fin estaban presentando todo lo que habían preparado por un largo tiempo.

“Ellos demostraron el poder de liderazgo y decisión que hay entre la banda, la reacción que tuvieron en medio de la presentación, al enterarse que debían tener otra salida fue inmediata, entre ellos mismos solucionaron.” Heiber Méndez, docente de la banda

Los sonidos y vibraciones que emite una Banda Semi Especial son niveles de sonido compuesto por diferentes partituras, en algunos casos los intérpretes expresan euforia con música muy alegre y en otros casos, con notas bajas se siente la melancolía. Ismael Castaño afirma que “el motivo por el cual yo creo que los espectadores sienten emoción con las obras tiene mucha relación con las notas musicales, al momento de tocar los instrumentos cada uno tiene una intención, y la idea es transmitir alegría a las personas; pero según los acordes el público va sintiendo diferentes cosas”.

Al finalizar el concurso, tenían el corazón a punto de salirse, orgullosos de la presentación que habían hecho, las piezas musicales las tocaron como lo esperaban, y si, había detalles por mejorar, pero el nivel que se demostró estaba acorde a las otras bandas que estaban participando. Se siente la tensión, los nervios en su mayor esplendor, la ganas de saber en qué lugar habían quedado, sus puntajes, unos sudando y otros pálidos de la ansiedad, pero llega por fin el momento más esperado. Comenzaron a decir los puestos desde el número tres hasta el número uno donde la Banda Institución Educativa Rural Palomos ocupó el tercer lugar, noticia que celebraron al instante y se sintieron orgullosos; pues le habían ganado a dos bandas profesionales, que tenían músicos mucho más preparados.

“Cuando se acabó la presentación, la banda de Bogotá me llamó, me felicitó y me pidió una foto, esto no lo esperaba” Ismael Castaño

La Banda Semi Especial aprendió nuevos aspectos como tener una mejor postura en todo momento, conocer varias coreografías, tener la certeza que siempre hay oportunidad de ganar si se cuenta con disciplina, los cuales tendrán en cuenta para próximos concursos. Samuel Castaño, Ismael Castaño y el profesor Heiber afirman que el mayor aprendizaje de este viaje fue “que las adversidades deben motivarlos más para hacer las cosas muy bien y que como Banda Semi Especial deben continuar ensayando para participar en otros concursos más grandes”.

Lo que le espera a la banda es participar en un concurso que se realizará en la ciudad de Medellín, según sus integrantes, deben prepararse más y seguir practicando con disciplina y dedicación; pues tienen claro que deben corregir los errores cometidos para perfeccionar sus presentaciones

“La idea es avanzar y demostrar mejoría” docente encargado de la banda

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