Los sueños sí se cumplen, con disciplina y dedicación

12 de junio de 2021

Las comunidades del Suroeste antioqueño, se caracterizan por tener la fortuna de trabajar con el café, por su amabilidad, por su hospitalidad con los visitantes y su capacidad para reinventarse y salir adelante.

La Fundación Oro Molido, en la tarea de contribuir a que los niños y jóvenes tengan un futuro diferente, se encontró a Leidy Gallego, una joven de 20 años, alta, de cabello negro, de ojos oscuros, y una piel muy blanca, que hace parte del grupo de beneficiarios de las becas.

En el año 2017, cuando ella cursaba el grado 11°, se enteró de la convocatoria de la Fundación por su padre, quien trabaja en una de las fincas (de Oro Molido S.A.) en Fredonia, con el proceso (Producción) de café. De inmediato, Leidy se postuló y comenzó a buscar universidades, entre ellas la Universidad de Antioquia, que le parecía una muy buena opción; afirmando ella que se presentó y le faltó muy poco para pasar porque se perdió al llegar al lugar, y quedaba poco tiempo para acabar el examen de admisión, para la carrera que ella había elegido como su profesión, la cual es Ingeniería Ambiental.

Días después, la Fundación realizó la ceremonia de entrega de las becas, a la cual fue convocada por sus buenas notas, disciplina, dedicación y determinación en la elección de su futuro.

En agosto del año 2018, ella inició sus clases en el Tecnológico de Antioquia, y Leidy cuenta que “es un proceso muy duro, porque nunca había ido a Medellín, además mis padres son separados y siempre he vivido al lado de mi mamá, llevaba 17 años sin despegarme de ella. Sin embargo, me tocaba salir a luchar por mis sueños, pero sola, me tocó conseguir un apartamento para vivir, y tenía momentos en que me daba mucha tristeza, lloraba mucho, deseaba verla y me enfermaba. Otra cosa, es que la universidad no es lo mismo que el colegio, es un ambiente muy diferente; en fin, es muy complicado uno salir de la casa así, pero me tocó tratar de llevar las cosas, y aprender a vivir la situación”.

Leidy, aprendiendo de todas esas situaciones, se decidió por los retos, por lograr sus sueños y salir adelante. Al principio buscaba excusas para estar con su familia, pero la Fundación la apoyó, colocando personas que la escuchaban, acompañaban y aconsejaban. Después de esto, la situación para ella fue mejorando mucho.

En la actualidad, tiene en arriendo un apartamento cerca de la universidad, decidió tener su espacio, porque quería asumir el reto, y evitar problemas de convivencia con otras personas; pues ella afirma que “es muy complicado vivir con personas que no conoces”.  También expresa, que se siente muy feliz donde vive, los vecinos son muy amables, los dueños del apartamento son muy atentos con ella y las personas de Medellín en general son muy empáticas.

Finalmente, Leidy aprendió a luchar, a salir en busca sus sueños estudiando y ayudando a otros jóvenes del campo a salir adelante con su ejemplo. La joven universitaria, quiere graduarse, ser una gran profesional, apoyar a las personas del campo para que estas sientan que son queridas y escuchadas. Ella tiene claro que “quiere salir adelante, seguir estudiando, creando proyectos para ayudar y tener un trabajo que la relacione mucho con la gente, cree que esa es su misión como ingeniera ambiental”.

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